jueves, 12 de mayo de 2011

ARRIEROS SOMOS Y POR EL CAMINO ANDAMOS

Oye papa´Che ¿para que hay que ir  a la escuela si de todas maneras lo que te enseñan no se usa en el trabajo de todos los días? Tu por ejemplo, no necesitas saber muchas cosas para hacer el pan, y así te queda muy rico...
-Tas´todo zonzo, chamaco; aunque uno sea de oficio sencillo debe aprender y aprovechar el estudio, tu bisabuelo Rosendo, fue barrendero y no por eso dejo de estudiar, fue a la primaria, pero trato de leer todo lo que pudo y tenía platicas muy interesantes.
-Pero, yo no conocó al abuelo Rosendo...
-¡Ah! Pero yo si lo concocí y platique con él; y alguna vez me dijo que le hubiera gustado segir estudiando y aprendiendo...

En el transcurso de la vida laboral, el proceso de actualización y la formación continua es permanete, y si se me permite perpetua; es el momento d encarar nuestros propios demonios (parafraceando a Carl Sagan) y cumplir con nuestro deber moral, intelectual y social (...y por que no, tambien cosmico) de estar al día para ejercer el oficio reflexivo, crítico y propositivo de enseñar y aprender.
El docente, el maestro, debe ejercer eso, una maestría; el dominio pleno de un arte, en este caso el de la observación, el análisis, la sintésis, la ejecución y la aplicación de las conclusiones o propuestas de resolución. A esto hay que agregarle la evaluación a fin de reforzar o corregir lo necesario a fin de obtener los mejores resultados...
Inicia un nuevo curso, ahora sobre Historia, enfrentaremos la estática, la negación, el pesimismo y las dudas (así como el miedo) pero estamos en posibilidades de avanzar, ya que tenemos confianza en que el numero de elementos que arrastran negatividad va disminuyendo, en la medida en que se aprenden nuevas ideas y conceptos y se miran las viejas desde otra perspectiva o desde otro enfoque.
Me hubiera encantado conocer al abuelo Rosendo...

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